Y que haga lo que haga estoy destinada a la pérdida. Porque me han criado en un mundo de pérdidas, porque me han preparado para el fracaso jamás para el triunfo. Porque me han dicho que no podía, que no debía, que no quedaba bien, que podía ser doloroso y me mandé lo mismo y lo mismo perdí.
Porque ahora que me duele, no importa lo ganado. Nadie mira lo ganado cuando está boca abajo tragando el polvo del silencio. Porque haga lo que haga, lo mismo la gente se calla la verdad, lo mismo la gente olvida, lo mismo me dejan atrás. Porque yo lo hago de todas formas, sólo que nadie me reclama regresos, ni amores, ni palabras.
Soy como el viento, asi compuesta de olvido me voy pasando por todas las plazas dejando recuerdos sólo mios, tratando de lidiar con fantasmas sobre-alimentados de un pasado que insiste en joderme los pasos y llenarme de miedo.
Me invaden las nubes rojas que sólo cubren las ciudades. Me tapan la cabeza con humedad y reclaman recato y silencio y resulta que ya no puedo tolerar mas silencios, ni más prudencia, ni más retrocesos. No puedo porque moriré sin intentarlo y no estoy dispuesta. Me comen los silencios desde adentro y me grita la conciencia encerrada desde el baño, "di la verdad, di la verdad, di la verdad". Ser la verdad. No puedo ser más otra cosa que no sea la verdad. O me quedo aquí para siempre intentando conformarte.