lunes, 28 de noviembre de 2011

sospecha.

Puede que en otra vida haya sido un pájaro. 
Me lo dicen el terror inmenso que me invade al ver una jaula, la asfixia y la clara idea de haberlo vivido. Puede que en otra vida haya sido pájaro, porque mi madre dejó de temer el temblor y el latido de un pájaro en sus manos luego de haberme parido, de haberme tenido en su vientre de paloma. 
Me da la impresión de ser cierta aquella sospecha porque hay días que puedo jurar, me duelen las alas. 
Hay lugares parecidos a jaulas en los que me ha tocado vivir y fue justo en la época que no cantaba. Y hay arboles en los que bajo su sombra, me siento en casa. 
Hubo una vez una loca que vio las alas y me dijo que a ella le parecían de mariposa. 
Puede que en otra vida haya sido pájaro y en partes aún lo recuerdo, cuando me late el corazón más rápido, cuando siento la condena del suelo, cuando recuerdo mis vuelos en sueños.Puede, que por eso me regocijo en las semillas y me gustan las goteras de agua de las canillas en los patios. Tal vez por eso hay veces que no entiendo el mundo, no entiendo nada, se vuelven extrañas sus formas y sus comportamientos, me aburre el dinero, me aburren los periódicos y los teatros, me aburre todo lo que se mueve a diario tan cerca del piso.Tan lejos del viento.