Yo soy la dueña de todos los errores, porque los reconozco míos. Porque me los pongo en la espalda, son hijos míos, como lo son las virtudes, como lo son los triunfos. Yo soy la dueña de todos los dolores pero también la soberana de mi felicidad. Y no se como hacerte entender que vos deberías hacer lo mismo con tu vida. Ejercerla. Sin importarte demasiado como. Porque es preferible mil veces, errar compulsivamente que andar pidiendo auxilio. Porque es preferible redimirse, purgarse, auto flagelarse hasta perdonar y perdonarse que andar echando culpas arriba de los pasos que niegas y que dejan una huella que no ves.
Yo soy la dueña de todos los errores, pero también la dueña de los ojos. Mis ojos, abiertos siempre, despierta siempre, reconociendo que no se cómo, pero que definitivamente voy a hacerlo antes de morir esperando.
Yo soy la dueña de todos los errores. Yo soy la dueña de mi vida. Yo soy la dueña de mi sangre, yo soy quien la derrama, yo soy la que la pierde. Yo lo hago por mi misma, no necesito que otros desangren mi dolor. No necesito que otros resuelvan mi pecado. Yo soy la dueña de todos ellos y soy la dueña de mi felicidad.
Dolor Wilfredo Lan |